Esta serie, la tercera gran de obras de
Guayasamín, conocida como La Ternura o Mientras Vivo Siempre Te Recuerdo. Aquí,
el pintor ecuatoriano quería hacer un homenaje a su madre y a todas las madres
del mundo, pues según el artista, el amor entre una madre y su hijo, es el amor
más grande, puro, fuerte e incondicional que pueda existir en el mundo.
Aquí, se observa el uso de colores más
vivos, más brillantes, que reflejen el amor, la ternura y el apego que se
produce entre madre e hijo. Además, se quiere reseñar la inocencia de los
niños, pero la fortaleza de las madres que ante todo tratan de ser escuderas y
defensora de sus hijos y de la vida.
Esta serie consta de 103 cuadros realizados
entre 1946 y 1952. Y al igual que el resto de la obra de Oswaldo Guayasamín, ha
sido ampliamente reconocida dado el sinnúmero de lugares en los que se ha
presentado de todos los continentes. Entre ellos, las bienales de las ciudades
más importantes en temas de arte como lo son: París, Roma, Barcelona y Nueva
York.
Esta obra, denominada La Madre y el Niño, es una hermosa representación de eso que quería retratar Guayasamín, la inocencia de los niños, y el carácter tierno y a la vez protector de las madres.
Esta obra es una de las más reconocidas del ecuatoriano. A partir de esta pintura, también realizó, con las mismas características de una madre y un niño, el resto de su obra, pero con peculiaridades como esta, en la que se observa a una madre y a su hijo bajo la luz de la noche.
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